Artista: Robert Doisneau
CC Recoleta - 13/5 al 17/6/2011
Publicado en ramona web
Un click. Un instante. La eternidad. Así Robert Doisneau logró convertirse en uno de los más importantes fotógrafos del siglo XX. La exposición que reúne 137 fotografías de su autoría en el Centro Cultural Recoleta es un viaje hacia la París del siglo pasado, sus rincones, sus suburbios, su gente, sus noches y sus días. El don de Doisneau radicó en ser un observador minucioso de la realidad, logrando captar, más allá de la imagen en sí, verdaderas esencias.
Su carrera abarcó varias facetas: desde fotógrafo industrial y publicitario de la empresa Renault hasta la fotografía de modas en la revista Vogue, pasando por sus colaboraciones con Henri Cartier-Bresson y Robert Capa, el trabajo para diferentes agencias y el contacto con los intelectuales contemporáneos a él. Pero su verdadera estética se formó en la calle, de manera autodidacta, partiendo de la mera observación y captando el intervalo perfecto, congelándolo para siempre.
“Yo soy un cazador clandestino de lo efímero”. Esta frase, escrita en una de las paredes de la muestra, claramente retrata la cualidad estética del fotógrafo. El día se hace noche: las mujeres de los burdeles, los hombres nocturnos....La noche se hace día: los niños jugando, las parejas besándose.....Los suburbios parisinos, donde él vivió, son paisajes familiares, donde encuentra detalles que sólo un verdadero conocedor puede hacerlo. Así construye su singular poética. Poética que se expande a la gran capital y sus habitantes, sus usos y costumbres, su identidad. El instante es lo efímero, pero al quedar congelado en la toma, queda como registro, como recuerdo, perviviendo en el tiempo. A la caza de la magia de la imagen, Doisneau se ubica como esteta creador de una poética particular, a veces desde la toma armada, pero sobre todo desde la clandestinidad, estando en el momento justo y el lugar indicado, logrando imágenes únicas e irrepetibles, sin ser visto pero mirando en profundidad el contexto circundante.
Un artista de la fotografía, un poeta de la realidad, un voyeur de la vida cotidiana, sin cotillones ni adornos ni poses estructuradas. La pureza de la espontaneidad y la crudeza de lo común, los besos y la guerra, dos polos tan opuestos, forman parte de su legado estético y documental.
Fotos de autoria propia. Publicada el 30/5/2011
Link directo a la reseña y más fotografías: http://www.ramona.org.ar/node/36982
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