Muestra: "Murales e Instalaciones" - Pablo Siquier
CC Recoleta - 23/2 al 23/3/12
"1201" |
La muestra de Pablo Siquier “Murales e Instalaciones” exhibe cinco obras del artista que siguen una línea arquitectónica y geométrica muy marcada. Se puede postular que se establece una relación entre opuestos que se complementan entre sí, porque las obras generan sensaciones diferentes pero apuntan a los mismos objetivos: la construcción en el espacio, la estructuración tridimensional y la apertura sensorial e intelectual en el espectador en recorridos visuales complejos y ricos.
1201, la instalación en hierro que se ubica en el centro de la sala como figura principal, es una estructura a la manera de mecano de grandes dimensiones, donde lo que se juega es la espacialidad y la relación entre el espectador y la obra. Un dibujo espacial, tridimensional, a través de la cual la luz entra y sale generando sombras geométricas en el suelo. Un entramado que da sensación de liviandad, en cuyo interior se construyen y reconstruyen infinidad de geometrías imbricadas, espacios abiertos y un sin fin de posibilidades visuales, según dónde nos hallemos ubicados y cuán despierta sea nuestra curiosidad. La obra es cerrada en sí misma, no es penetrable físicamente pero sí visualmente. Y dicha visualización se enriquece en el recorrido alrededor de la misma con las distintas perspectivas que se obtienen, con la luminosidad del hierro, con los trazos que se dibujan en el piso por el reflejo del mismo. Cierto halo de transparencia la inunda como si fuera etérea pero contundente a la vez: se planta en el espacio con su tridimensionalidad pero es “atravesable” con la mirada.
"0819" |
0819, uno de los dos murales exhibidos realizado en carbón, presenta una fuerte sensación de profundidad, como si rompiera el muro hacia adentro. Se visualiza como una arquitectura abstracta, así como el mural en la pared opuesta, pero posible. Una construcción perfecta e inmutable, calibrada, pero también delicada y sensible en los detalles. Da a cierto movimiento contenido mediante las pulcras rectas y curvas que lo conforman. Nada queda librado al azar. Como 1201 es una estructura cerrada en sí misma, imbricada, pero contenedora de aberturas y recovecos precisos que invitan a ser recorridos con la vista.
"0909" |
0909, mural en vinilo autoadhesivo, tiene una mayor contundencia y un fuerte atractivo visual. Si 0819 tiene como característica la profundidad, esta obra sale del muro hacia el espectador. Los juegos entre los espacios en blanco y las sombras negras le otorgan tridimensionalidad y cierto movimiento ondulante. No es una obra cerrada en sí misma como el mural opuesto, sino que se abre en el espacio hacia los laterales, figurando la posibilidad de continuación en el espacio. Las líneas curvas y rectas se superponen unas con otras formando una abstracción geométrica impactante y llamativa, como si fuera un mapa complejo trazado sobre el muro.
S/t, la instalación en poliestireno expandido que se encuentra en una de las salas laterales, es una suerte de muro arquitectónico recargado, ondulante. Posee un fuerte carácter táctil y deslumbra por el blanco imponente que se despliega en la totalidad del espacio. Esto genera un ambiente especial, envolviendo al espectador en una estructura exhuberante que da la fuerte sensación de ser mullida a simple vista. El recorrido por la obra es continuo y de una marcada horizontalidad. Los juegos de luces y sombras son sutiles, apenas perceptibles, delicados.
Lo opuesto ocurre al ingresar en la sala opuesta, donde se ubica S/t, instalación realizada con 10.000 maderitas dispuestas en zigzag. Aquí la construcción realizada se presenta como rígida a primera vista por el material y por la forma rectangular de las pequeñas maderas pintadas con puntos. Se da una fuerte contraposición entre una y otra instalación, una “blanda” y la otra “dura”, una “cerrada” y la otra “abierta”. Pero al recorrer el espacio la estructura se convierte en ondulante, en maleable por su composición, organización en niveles y forma casi triangular que se acerca hacia el espectador. El detalle está en que las maderas y la pared de fondo son del mismo color: la ilusión visual del conjunto es la de estar contemplando una infinidad de puntos flotando en el espacio.
La obra de Siquier requiere de una puesta del cuerpo y de la mente en acción. Experiencia única para ser vivenciada con los sentidos y con el intelecto.
Fotos de autoría propia.
Publicado en ramona web: http://www.ramona.org.ar/node/41514